Nosotros decidimos contratar una Salus cuando nació nuestro segundo hijo, por que tenemos otra niña de 3 años que acababa de empezar su primer año de colegio y necesitábamos ayuda para atenderlos por las noches. Mi marido tuvo que volver al trabajo a la semana de nacer el niño y yo tenía que  recuperarme del parto y cuidar de los dos niños sola.

Cuando llego Sonia, nuestra Salus, todo fue infinitamente más fácil. Su horario era de 20.00 a 08.00 y cuando llegaba se encargaba del bebé y yo ya podía atender mejor a mi hija mayor, que se pasaba todas las semanas malita y encadenaba un virus con otro. Al principio íbamos a contratar el servicio por un mes, pero estábamos tan contentos que lo ampliamos hasta 4 meses. Un gran alivio saber que mi pequeño iba a estar en las mejores condiciones con profesionales de la sanidad expertas en recién nacidos.

Desde la contratación hasta el final del servicio hemos recibido un trato amable, cercano y súper cariñoso con nuestro bebé, y el peque estaba encantado! La salus que nos enviaron fue genial en todo momento y nos facilitó muchísimo la llegada y cuidados de nuestro peque, estábamos muy tranquilos con ella porque sabíamos que nuestro bebé estaba en muy buenas manos.

Si tuviésemos que volver a pasar por todo otra vez lo volveríamos a contratar sin dudarlo, es un servicio que merece la pena y te da tranquilidad y bienestar para los padres y para los pequeños!